Financiar la compra de productos es básicamente una herramienta de venta que tienen a su disposición los comercios porque sus clientes puedan realizar el pago de sus compras de manera aplazada.
Cuando se realiza la adquisición de un artículo se puede optar a pagar al contado o bien a crédito. Aunque en general, comprar al contado suele ser más barato, en la actualidad la mayoría de las personas consumidoras recurren a la financiación, en muchos casos por la falta de liquidez con la cual afrontar la compra.
Son créditos que van destinados normalmente a compras de electrodomésticos, amueblar la casa, un automóvil, gastos de una boda, realización de viajes… Estos créditos expiran a corto o mediano plazo.
En la hora de financiar la compra lo más habitual es utilizar una tarjeta bancaria, financiar las compras en el propio establecimiento o recurrir a un préstamo personal de una entidad bancaria.
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